¿Brahmacharya significa celibato?

A menudo en el Yoga, Brahmacharya se equipara con el celibato.

¿Hay algo de cierto en esta creencia?

La palabra sánscrita Brahmacharya viene de «Brah», que significa expansión (de la conciencia), y Charya, que significa seguir. Por lo tanto, el significado completo de Brahmacharya es seguir el camino de Brahma o la expansión de la conciencia.

No hay ninguna alusión en esa palabra a la supresión del sexo o al celibato.

Sin embargo, muchos maestros espirituales opinan que si permitimos que la energía sexual fluya hacia abajo para mantener relaciones sexuales, se desperdician recursos preciosos que de otro modo podrían dirigirse hacia arriba y hacia el interior para la autorrealización.

Según los pensadores y sabios indios, la vida humana descansa sobre los cuatro pilares de:

Kam (deseos, incluido el sexo);
Arth (riqueza);
Dharma (deberes) y
Moksha (liberación).
Kam es el primer pilar de la vida, en el que los deseos sexuales y de otro tipo se satisfacen de forma adecuada y moral. Los Rishis indios han sido muy conscientes de que ir en contra de la propia naturaleza es una invitación a la enfermedad y la destrucción.

Consciente e inconscientemente, el sexo forma parte del mundo natural. Desde las flores a los árboles y desde los animales a los humanos, ¡es un componente natural de estar vivo!

En la tradición yóguica, Shiva ha sido identificado como el primer yogui y a menudo se le representa acompañado por su esposa Parvati y sus dos hijos Ganesh y Kartikaya.

A pesar de estar casado y tener hijos, Shiva es un Brahmachari y camina por la senda de Brahmacharya porque su conciencia está llena de la Verdad de Brahma.

Krishna, que es llamado Yogeshwar o el señor del Yoga, sería otro ejemplo de una entidad llena de la misma verdad.

Él narró el yoga completo en el Bhagavad Gita que incluye Bhakti, Karma y Jnana Yogas. Krishna estuvo casado con muchas mujeres y era un experto en el arte del Kam. Ademas de Shiva y Krishna, Ram, Janak, Vashistha, Yajnvalkaya y muchos otros rishis y yoguis vedicos y post vedicos estuvieron casados y aun asi se convirtieron en Brahmajnani o «conocedores» de Braham.

En la espiritualidad india, el Tantra ocupa un lugar especial porque se ocupa directamente de los deseos y la energía sexual.

En el Tantra, el sexo no es el camino hacia la caída, sino la puerta hacia la liberación. Según el Tantra, lo que nos hace caer puede elevarnos y lo que parece veneno puede convertirse en néctar, si lo comprendemos y lo utilizamos correctamente. El problema es la ignorancia sobre el sexo y no el acto sexual en sí.

En la historia del mundo, el primer libro auténtico y detallado sobre el sexo y la sexualidad fue el «Kam-Sutra», escrito por un sabio indio, Maharishi Vatsayan.

El propio Vatsayan era célibe, pero quería presentar el tema del sexo de forma positiva porque sabía que experimentar el sexo de la forma correcta allana el camino hacia la experiencia de lo divino y Brahma.

En el Sanatan Dharma (eterno o atemporal), la supresión del sexo o el celibato nunca fue la condición esencial para la autorrealización. Muchos evitaban el sexo, pero se trataba de una preferencia individual y no de una tradición institucionalizada.

Sin embargo, con el inicio del budismo, el celibato comenzó a prescribirse y su práctica se generalizó. Es difícil discernir si el propio Buda recomendó o no el celibato.

Buda fue un príncipe casado y experimentó plenamente el sexo. Lo que sí sabemos es que la vía de Buda era la del «camino medio», en la que no se sugería ni la renuncia ni la indulgencia.

En la corriente principal del hinduismo, el celibato cobró importancia como ayuda para el Brahmajnana (conocimiento de Braham ) después de la época del gran sabio no dualista Adi Shankaracharya, que vivió en el siglo VIII. Muchas de las sectas de sanyasis (o monjes) de Shankaracharya difundieron por toda la India la idea del celibato como virtud esencial y deseada para la autorrealización.

En esencia, Brahmacharya no significa celibato. Significa simplemente seguir el camino del Brahma o de lo divino, y todo dependerá de la naturaleza innata de cada persona el que se deba o no practicar el celibato.

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